Dom
29
Mar
2015

Homilía Domingo de Ramos

Año litúrgico 2014 - 2015 - (Ciclo B)

Ha llegado la hora

Introducción

La liturgia del Domingo de Ramos, también llamado de Pasión, abre las celebraciones pascuales. Nos encontramos entre la muchedumbre que acude festiva a la entrada de Jesús en la Ciudad Santa, y se nos invita a continuación a escuchar el doloroso relato de la Pasión, que en Marcos nos va dar la respuesta definitiva de quién es Jesús.

Con el Domingo de Ramos comenzamos las celebraciones de la Semana Santa. Entramos en los días más importantes para la vida de los cristianos. Para nosotros esta sí que es la Semana Grande por excelencia de todo el año. En ella recordamos nuestra propia vida sentida en las situaciones límite en que todos, tarde o temprano, nos vemos inmersos. La liturgia de este domingo, tras cantar el triunfo mesiánico de Jesús, nos invita a seguirle en sus humillaciones, en su entrega, en su Pasión.

Vivir la Pasión, un año más, es una invitación a todos nosotros a vivir con pasión. Vivir apasionadamente, como Jesús, solo es posible cuando se tiene una gran confianza en un Dios Padre que no nos deja solos en la historia, y menos, cuando alguno de sus hijos sufre o lo pasa mal por cualquier causa.

Es preciso haberse entusiasmado con el Cristo glorioso para acompañarle en su Pasión sin perder el paso; y hay que haber comulgado en su cruz para participar en su vida. Toda la Semana Santa descansa en este doble movimiento y esta tensión, al igual que la vida misma de la Iglesia y la de cada cristiano.