Dom
31
Ene
2016

Homilía IV Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2015 - 2016 - (Ciclo C)

…ningún profeta es bien recibido en su propia tierra

Introducción

La primera lectura nos invita a reflexionar sobre la vocación profética de Jeremías, a quien Dios había escogido para esta peligrosa misión incluso antes ser gestado en el vientre de su madre.

En relación con la experiencia de Jeremías, el salmista siente que está en una situación arriesgada, por eso se pone en manos de Dios, pues recuerda cómo Él le ha estado ayudando desde antes de nacer.

La segunda lectura se trata del himno al amor de san Pablo. El amor es el principal de los carismas que Dios nos da, sin el cual todo lo que hacemos no tiene ningún valor.

Y la lectura del Evangelio es la segunda parte del pasaje de Jesús en la sinagoga de su pueblo, cuando, tras anunciar que en él se cumple la promesa mesiánica anunciada por Isaías (lo cual escuchamos el domingo pasado) y percibiendo que no es bien recibido entre sus vecinos, les hace ver que no es la primera vez que Dios prefiere ayudar a personas paganas antes que al pueblo judío, por lo que intentan despeñarle, sin éxito.